Viaje a Londres (24/Diciembre/2004 - 04/Enero/2005)

 

* Día 31 de Diciembre de 2004 - Último día del 2004.

En 1909, los viticultores cosecharon tal cantidad de uvas que, al no saber qué hacer con el excedente, decidieron repartirlo gratis entre la ciudadanía "inventando" que su consumo en Nochevieja traería fortuna. De ahí salen las tradicionales 12 uvas que se comen en Fin de Año en España. Y Pancho se pregunta....

¿No pudo haber habido un excedente de perritos calientes aquel año?

Pancho.

 

Como el desayuno del día anterior estuvo muy por debajo de mis espectativas, se me ocurrió la ocurrencia de decirle a Sergini, cuando estábamos en la mesa esperando a la cocinera, "Oye, ¿tú crees que si los demás clientes no vienen, podremos comernos sus tostadas?".

Cuando la cocinera llegó con el doble de tostadas que el día anterior y dijo con acento sudamericano: "Si quieren mas, me dicen", y se echa a reir, me quedé pensando en las burradas que había soltado entre ese día y el anterior, y si alguna pudo ser ofensiva. Creo recordar que no.

El parque de hoy era Holland Park. Yo creí que se trataba del parque del holandés, pero al final estaba construido en memoria de un tal Henry Holland. El parque era pequeñito, pero tenía mucho contenido. Habían pavos reales (que se nos pusieron de idem). He aquí unas fotillos, obsequio de la casa:

Estas siguientes son fotos de un laguito al estilo de los jardines japoneses de Kyoto, dentro del Holland Park. El rio cayendo, las rocas grandes, arbolitos pequeñitos con vegetación variada, incluso unos llamadores con cañas de bambú que avisan de la hora que es, o algo así. Muy bonito, muy bonito.

Del resto del día no me acuerdo. Solo sé que el fin de año estaba entrando en su punto culminante, y nosotros estábamos en el new Dawn. Vimos el fin de año londinense por la tele. (la verdad es que somos unos cutres auténticos).

Llenaron el London-eye con fuegos artificiales, y estuvo todo muy bien, hasta que cayó lo que parecía una bomba atómica en el lugar del suceso (de hecho, las bombas tienen la peculiaridad de que caen siempre "en el lugar del suceso"). Sergini preguntó "¿a cuánto habrá ascendido el número de muertos? La bomba había dejado una luz blanca en el televisor, pero se disipó, y apareció de nuevo a la gente, aplaudiendo. Que bieeennn!!!!! Ningún muerto!!!!!.

A lo mejor, como Londres tiene unos cementerios tan grandes, cayó en uno de ellos. En ese caso, el periódico de la mañana podría poner como titular: "Cayó una bomba en un cementerio. Afortunadamente ningún herido. Todos muertos." (Esta parida la leí una vez, en un correo).

 

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